martes, 31 de julio de 2012

Ritual Sabático

Las uñas negras enterradas en su espalda desnuda, sus dientes mordiendo el cuello. El la toma y la estrella contra las sábanas, palpando cada centímetro de su piel, embriagándose con su aroma de mujer. La locura se apodera de sus cuerpos.

Despeinada se abalanza sobre él, una lágrima negra y una sonrisa, él no entiende ni pretende hacerlo. Ya se fueron de este lugar, se fueron por unas horas donde el placer de tenerse les entrega paz.

Es ese momento en que las esencias se desnudan, y la razón se escapa por la ventana. Olvidaron al mundo y se convencieron de la inexistencia de este.

Se dicen cosas al oído, no puedo oírlas, es un secreto de ellos dos; como si pudieran creerse esta vez, como si pudieran entender el amor esta vez... Una mirada y un espasmo de sus cuerpos finaliza con el ritual sabático de los últimos seis meses.


Se visten en silencio, yo los observo desde un rincón. Soy un fantasma, el fantasma de su amor, la frustración, sus culpas y sus errores, la ausencia de la razón que los une cada sábado, a eso de las 5pm, en metro Cumming.

Él se coloca su disfraz y su sonrisa postiza, recuerda que alguien mas lo espera en casa; recuerda que debe volver a fingir que no se equivocó jamás. Ella se mira al espejo y practica con su máscara, esa, la de los ojos chispeantes y la risa estruendosa.

Se despiden con una mirada absurda, un dolor de estómago bipolar y piernas temblorosas...

- Nos vemos...
- No podríamos dejar de hacerlo...



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