martes, 31 de julio de 2012

Ritual Sabático

Las uñas negras enterradas en su espalda desnuda, sus dientes mordiendo el cuello. El la toma y la estrella contra las sábanas, palpando cada centímetro de su piel, embriagándose con su aroma de mujer. La locura se apodera de sus cuerpos.

Despeinada se abalanza sobre él, una lágrima negra y una sonrisa, él no entiende ni pretende hacerlo. Ya se fueron de este lugar, se fueron por unas horas donde el placer de tenerse les entrega paz.

Es ese momento en que las esencias se desnudan, y la razón se escapa por la ventana. Olvidaron al mundo y se convencieron de la inexistencia de este.

Se dicen cosas al oído, no puedo oírlas, es un secreto de ellos dos; como si pudieran creerse esta vez, como si pudieran entender el amor esta vez... Una mirada y un espasmo de sus cuerpos finaliza con el ritual sabático de los últimos seis meses.


Se visten en silencio, yo los observo desde un rincón. Soy un fantasma, el fantasma de su amor, la frustración, sus culpas y sus errores, la ausencia de la razón que los une cada sábado, a eso de las 5pm, en metro Cumming.

Él se coloca su disfraz y su sonrisa postiza, recuerda que alguien mas lo espera en casa; recuerda que debe volver a fingir que no se equivocó jamás. Ella se mira al espejo y practica con su máscara, esa, la de los ojos chispeantes y la risa estruendosa.

Se despiden con una mirada absurda, un dolor de estómago bipolar y piernas temblorosas...

- Nos vemos...
- No podríamos dejar de hacerlo...



martes, 24 de julio de 2012

Big Fish

De pequeña recuerdo a mi abuelo balancearme en el columpio de la plaza, sentir que mis pies podían llegar a la copa de los árboles; aquellos árboles gigantes, aquellos que se fueron junto a la plaza producto de la "modernidad" de la ciudad, la llegada del metro, y el transantiago con sus pistas de "carrera".

Caminaba bien cerca de él, mientras sus labios silbaban alguna tonada de tango, de esos tangos del cassette blanco que estaba en la radio de su píeza. Llevaba las llaves en su mano, enganchadas de alguna especie de cadena, la balanceaba, iban y volvían a su bolsillo.

Me es inevitable llorar cuando veo "Big Fish de Tim Burton", ese señor con tantas historias, cuentos fantásticos, a veces, no muy creíbles, me hace hundirme en los recuerdos de mi abuelo, su aroma a naftalina, su boina de "Pablo Neruda" con su sudor impregnado, su sonrisa después de lamer la cuchara con pie de limón y sus locas narraciones de como un piojo se le metió al ojo.

Suena de fondo la voz de Eddie Vedder, con esa letra tan mía, tan de mi querido abuelo... el hombre del momento recibiendo su "aplauso" final.
"And the sky breaks at dawn; shedding light upon this town, they´ll all come around, cause the man of the hour is taking his final bow, goodbye for now.
and the road the old man paved, the broken seems along the way, the rusted signs, left just for me, he was guiding me, love, his own way, now the man of the hour is taking his final bow as the curtain comes dorwn, I feel that this is just goodbye for now".
Fatidico día de abril, ya van 11 años, y recuerdo, como si fuera hace sólo un instante, los lloriqueos de mi abuela, abatida, derrumbada en el sofá rojo como una niña. El sofá rojo, donde mi querido abuelo vio tantos capítulos de "Sabado Gigante" y donde su cuerpo quedo amoldado por unos cuántos años, el sofá de la discordia, todos los primos luchabamos por tenerlo mientras el "tata" no estaba.

He comprendido que la palabra "superar" no cumple a cabalidad su significado, la razón es porque nunca pude asumir por completo la partida de mi abuelo, aún me lo imagino en su sofá con el control remoto de espaldas a la puerta de entrada. He aprendido a cargar con su recuerdo y su infinita ausencia; es como la manchita en mi cintura, casi nunca la veo, pero sé que está ahí y no se irá con nada.






lunes, 23 de julio de 2012

The Cure

¿Será que nos afanamos en buscar "La Cura"?, ¿la cura a que?, ¿estamos enfermos? o quizás ¿queremos estarlo?.

Es inevitable cuestionarme todo en este proceso de la vida, ya son 25 años de un intento fallido, quizás nací enferma, enferma en busca de la cura, o tal vez, alguien me contagio y apenas pude darme cuenta. Probablemente en mi afán de sentirme bien, me enferme a propósito, para que la satisfacción de esta cura fuera completa, no lo sé.

Cuenta la leyenda, que el hombre y la mujer eran uno, un sólo cuerpo, una mente, un corazón, pero Zeus los castigó, y los partió en dos, destinados a buscarse, encontrarse y volverse a completar. Como una búsqueda obligatoria, como una necesidad absoluta.

Y ¿que me dicen de la tan anhelada media naranja? Resultó que nunca me sentí como una, mas bien creo, que soy un pomelo, bien ácido y tosco, díficillmente tolerable, para la mayoría de las papilas gustativas, sin embargo, como sabiamente escribió, Lennon:

"Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta".

Buscando y buscando, nos sumergimos en este deseo de creer que necesitamos alguien que encaje en lo que no tenemos, y la verdad es que necesitamos compartir quienes somos y disfrutar la felicidad con otros.

Ya no busco una cura, porque no me siento enferma, ni en busca de una enfermedad, quiero ser yo y tener a alguien que me quiera como soy, y mientras escucho "Love Song- The Cure", trato de procesar lo hermosa que es la letra, pero es tan fuera de lo que realmente es, quiero sentir todo aquello que dice, pero no porque dependa de alguien más, quiero sentir todo aquello que dice y compartirlo con alguien que también lo entienda.

25 años de un intento fallido, porque me esforcé por entender la vida de la manera mas compleja, y nunca fue necesario aterrarse por que nadie me pudiera amar. Decisiones y amores que ciegamente me convencieron de ser "La Cura", y nunca me convencí de quien realmente soy.

Ahora, seguiré con mi tracklist de canciones con letras sorprendentemente poéticas, pero no creeré todo lo que escuche, y es probable, que hasta vaya al tan esperado concierto de "La Cura", porque simplemente todos tenemos una cuota de masoquismo románticamente fatalista innato.

Cabeza De Medusa - Gustavo Cerati

Y vuela lejos, hombre, que nada se interponga, 
la noche repentina, te vende falsas sombras, 

Y cuando uno no ama compra. 

Cabeza de Medusa, su boca es invisible 
se va fijando en tu retina, seduce de mil formas 

Y cuando uno no ama, compra. 

Te llama y no te nombra, cuando uno no ama compra 

Ella es la hermana de la luna, ella es tan viciosa para embriagar 
y es más... 
Te copiará como un espejo y jamás 
jamás, jamás serás su dueño 
Asi que, vuela, vuela lejos 
vuela lejos, hombre.