martes, 28 de agosto de 2012

Relaciones desechable, con situaciones retornables.

Re-inventarme, reconstruirme, levantarme... ¿les pasa que a veces cansa?. 

Esto de dárselas de ave fénix es agotador, nacer de las cenizas una y otra vez, como si fuera ropa interior que cambiamos.

Que ansias de darte estas ganas locas de abrazarte cada mañana, de besarte como si el mundo acabara, de mirarte a los ojos y que las palabras sobren. Buscarte debajo de las sábanas y encontrarte, con un simple roce saber que eres mio para siempre. 

Cada vez que escribo para siempre, me hace recordar que nada perdura por siempre. Entonces, me escondo, si me escondo, en ese rincón tan mio, donde la realidad, los hechos, las personas y la vida te demuestra que es mejor no creer, que es mejor renunciar a luchar, porque existe un por siempre, y es aquel que se termina, se desecha.

Las personas vienen y van, algunas te usan, eres "esa" que le hace "patita" para que dé el salto hacia el patio de al lado, te olvidan, se van, a veces vuelven, pero ya aprendiste a vivir sin ellos, no hay manera que vuelvan a encajar en este rompecabezas que llamamos vida. Otros te dan lo mejor de si, pero no lo adviertes hasta que se van, y la tragedia griega comienza.

Ya no quiero andar por ahí dando lo que nadie valora, ya no quiero que me vean desnuda otra vez (aunque si me lees, ya me estas quitando un poquito la ropa), ya no concibo hacer el amor y sentir nuevamente mis piernas dormidas de placer, porque creer en el amor, es una estupidez que se nos instala como tarjeta SD en el corazón, y es necesario arrancarla.

Eso pienso cuando la decepción me gana, pero como buena representante de mi género, me arrepiento, y me dejo llevar por las estúpidas emociones y sensaciones místicas de la endorfina, y bueno, aquí estoy nuevamente escribiendo de esta ambiguedad que nos deja el amor, cuando no es amor, porque esta sociedad no sabe de relaciones permanentes, las situaciones se repiten una y otra vez, pero aún así, volvemos a enredarnos en las piernas de alguien, círculo vicioso, karma, llamenlo como quieran, después de todo, ya saben de que hablo.

martes, 14 de agosto de 2012

El Número 73'

Mi Madre

"Teníamos hambre, eramos ocho en la casa y nos daban 5 panes, por una fila inmensa. En la noche, después del estado de sitio, caminábamos en fila con tus tíos en medio de la calle, para que los milicos no nos hicieran nada, y tu tata adelante con los brazos en alto.

Un día se llevaron a tu tata, los milicos, y a varios vecinos a la cancha. esa que está allá atrás. Les hicieron pipí encima, los "manguerearon" y bailaron arriba de ellos."

Mi Padre

"Nosotros tuvimos suerte, tu abuela trabajaba en un casino, nos traía las mermas del día, y nunca pasamos hambre, pero teníamos miedo, varios vecinos no volvían.

Un día fui a comprar el pan y había estado de sitio, un milico vino y me apuntó, se me cayó el pan y le pedí que no me matara, se cagó de la risa, y me pidió un 'pancito' "

Mi Abuela

"Mi hermano andaba metido en todas esas leseras, pintando murallas, y trayendo sus tonteras, banderines y libros comunistas. Tuvo que salir arrancando como muchos, pero como no tenía plata para irse de Chile, se escondió bien escondido en el sur, nadie supo de él en años, hasta cuando recibí una llamada de que estaba en Santiago, con su esposa y agonizando por un cáncer estomacal"

Mi Mejor Amiga del Liceo

"Ellos barrían la calle, mi viejo y su hermano, acá en la Victoria. De la nada llegaron los mílicos, algunos del frente y empezó un tiroteo. Mi viejo se agachó con las manos en la cabeza, dijo que fue eterno, balazos, gritos desgarradores...

Cuando pasó todo, buscó a mi tío, lo encontró acurrucado en la cuneta, pero estaba mal, sangrando, mi viejo lo abrazó, y vio que tenía un hoyo en la cabeza, se miraron a los ojos unos segundos antes de que partiera"

Yo

"Cuando él murió, no sentí pena, ni alegría, y las calles estaban llenas de gente celebrando por dónde vivía.

Recuerdo que se me vino a la cabeza el recuerdo del Che Guevara muerto como envuelto en una sábana, eso si que me dio pena. Pensé en que él se merecía más esa humillación, no un fiel luchador de la libertad e igualdad. Pero con el tiempo, comencé a creer en el Karma, y supuse que todo lo malo que nos hacen es por Causa y efecto de nuestras acciones.

A veces me cuesta entender a la gente que no tiene memoria, a gente que niega o simplemente vive como que nada de esto pasó. Una cosa es resentimiento y otra ser hipócritas.

Acepto la historia de mi país, como a cualquier otra historia... De todo se aprende, se mejora y se avanza".-