lunes, 3 de septiembre de 2012

Yo, conmigo, y sin mi.

De tanto leer blogs de gente extraña, con sentimientos extraños, que explica sus maneras de "ser" al mundo, me dieron ganas de auto-definirme un poco. Si, un poco, no queremos entrar en ese lugar tan mío, porqué me es difícil dejar ir a quien lo consigue.

Cuando niña, mi vieja me dijo una vez "¿Porqué piensas tanto?, eso te hará mal algún día"... Su respuesta a mis millones de preguntas sobre la vida a mis tempranos 8 años.

Creo, no recuerdo con exactitud, que desde entonces me volví una insomne, pensante, delirante, pero últimamente noctambula, como alguien escribió por ahí. Pues, con esto de las redes sociales, esto del insomnio se disfruta y se comparte.

Definitivamente NO soy lo que mi madre esperaba. No soy de esas que guarda silencio cuando quiere dar su opinión, hablo de todo sin tapujos, de manera seria o de manera obscena, "Tener Relaciones" como dice ella, lo hago por amor, por gusto y por placer propio. No concibo la vida sin los placeres mínimos de una caminata y fotografiar cuanta sensación me provoque lo que veo. Soy impulsiva, para nada sabia. Testaruda, y me aburro con facilidad de todo.

Ya no busco, ya no quiero, ni pretendo un amor de novela, me decepciono rápido, y me escondo en excusas bastantes creíbles. Soy sincera de frentón o con delicadeza, depende de cuan enojada o ansiosa este, o de cuanto me importe la persona.

Si no me interesa no lo aprendo, ni lo googleo. Si la persona no me interesa, no la busco, ni tampoco entablo una conversación por chat de más de tres líneas. Soy esquiva con los besos, porque simplemente, he decidido darlos cuando me nazca hacerlo. Lloro si me emociono, no guardo lo que siento.

Tengo un genio de mierda, como decía mi ex, suelo explotar por estupideces. Abrazo mucho, juego mucho, lloro mucho y me río mucho. Me elevo a mundos misteriosos escuchando música, disfruto un café negro con pan negro. Tengo pesadillas persistentes con insectos gigantes y bizcosos, y también con tsunamis monstruosos.

Mi hijo es el motivo de mis ganas de vivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario